Fiesta de Cristo Rey

Los cultos en honor al Señor Amarrado a la Columna se celebran cada año, coincidiendo con la festividad de Cristo Rey, es decir, el último domingo del año litúrgico.

Esta festividad fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de marzo de 1925, queriendo de esta manera motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.

Nuestra Hermandad comienza a celebrar en esta fecha, siendo una de las pioneras en nuestra ciudad, los cultos en honor al Señor Amarrado a la Columna a finales de los años 80, siendo decisión de la junta de gobierno que por aquel entonces encabezaba N.H.D. Francisco Pérez Jiménez y con el VºB del párroco D. Francisco Gálvez.

Cada año, la imagen del Señor Amarrado a la Columna queda expuesta en devoto besamanos durante todo el día, en el que todos celebramos que Cristo es el Rey del universo. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz. Es el alfa y el omega, el principio y el fin.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de Él todas las naciones, y Él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme’. Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’. Y el Rey les dirá: ‘En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis’.
»Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis’. Entonces dirán también éstos: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?’. Y él entonces les responderá: ‘En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo’. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna».

(Mt 25, 31 – 46)

“Lo desnudaros y le echaron encima un manto púrpura; trenzaron una corona de espinas y se la colocaron en la cabeza, y le pusieron en la mano derecha una caña; después, doblando la rodilla delante de Él, le hacían burla diciendo: ¡Salve Rey de los judíos!”

(Mt 27, 28-30)

“Pero Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de Él, le puso un espléndido vestido y lo remitió a Pilato.”

(Lc 22, 11)

“Y a Jesús, después de azotarle, se lo entregó para que fuera crucificado.”

(Mt 27, 26)

“Nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y humillado. Mas fue herido por nuestras faltas, molido por nuestras culpas. Soportó el castigo que nos regenera, y fuimos curados con sus heridas.”

(Isaías 53, 5)

«De su boca sale una espada aguda,
para herir con ella a las naciones,
y Él las regirá con vara de hierro;
y Él pisa el lagar del vino del furor
y de la ira de Dios Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo
tiene escrito este nombre:
REY DE REYES Y DE SEÑOR DE SEÑORES.»

(Ap. 19, 11-16)

Fiesta de Cristo Rey
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