Hoy, la Hermandad del Huerto no puede sentir sino una enorme tristeza por lo sucedido en Notre Dame, catedral de París. Estos días, en que cumplimos nuestra obligación, con el privilegio de hacer estación de penitencia en uno de los templos más ricos espiritual y artísticamente, nos volvemos a hacer conscientes de la herencia recibida, de generación en generación a través de los siglos.