Amar hasta el extremo es
exprimir mi vida por Ti.
También gastarla en
perdonar y ser perdonado.
Amar a mis enemigos,
y que mi vida sea un remanso
de tu paz.
Vivir cultivando la cercanía
y no la diferencia,
dejando que seas Tú quien
actúe donde yo no puedo.
(cf. Mt 5, 43-48)